jueves, 27 de febrero de 2014

Curiosidades: Fred Abberline (フレッド アバーライン, Fureddo Abārain)

Hi minna!! Nuevamente les vengo con una curiosidad de Kuroshitsuji, esta vez sobre un personaje que quizás no todos recuerden... Fred Abberline, quien está basado en Frederick Abberline.

Manga
Al igual que en el anime, fue una importante figura policial en la investigación del asesinato de Jack el Destripador. A continuación les dejamos algunos datos sobre él.


Anime
Frederick George Abberline, nació el 8 de enero de 1843 en Blandford Forum, Dorset, Inglaterra, y falleció el 10 de diciembre de 1929. Fue el inspector jefe de la Policía Metropolitana de Londres y una importante figura policial en la investigación de los asesinatos de Jack el Destripador, en ese oscuro y fatídico año de 1888.

Carrera policial

F.G.Abberline.jpgFrederick fue un relojero hasta que abandonó su casa para irse a Londres, donde se alistó en la policía metropolitana el 5 de enero de 1863, siendo destinado a la División N (Islington) con el número de autorización 43519. El condestable Abberline impresionó tanto a sus superiores que ellos le promocionaron a sargento dos años después, el 19 de agosto de 1865. En su promoción se le trasladó a la División Y (en Highgate). En 1867 investigó actividades fenianas como policía de paisano. Su ascenso a inspector se produjo el 10 de marzo de1873, y tres días después, el 13 de marzo, fue trasladado a la División H (en Whitechapel). El 8 de abril de 1878 fue nombrado como inspector local a cargo del Departamento de Investigación Criminal de la División H.
Posteriormente, el 26 de febrero de 1887, Abberline fue trasladado a la División A (en Whitehall) y, después, a la División CO (Central Office) de Scotland Yard, el 19 de noviembre de1887, donde fue ascendido a Inspector de primera clase el 9 de febrero de 1888 e Inspector Jefe el 22 de diciembre de 1890. Tras el asesinato de Mary Ann Nichols el 31 de agosto de 1888, Abberline fue enviado a Whitechapel debido a su experiencia en el área, y allí fue puesto al mando de varios detectives que investigaron los crímenes del Destipador.
Entre la lista de sospechosos en el caso de Jack el Destripador, el principal según Abberline fue George Chapman.
Posteriormente, Frederick Abberline se involucró en 1889 en la investigación del Escándalo de la calle Cleveland. Y el 8 de febrero de 1892, se retiró habiendo obtenido 84 conmemoraciones y premios.
La opinión general que se tiene sobre este policía victoriano sin duda en general es muy positiva. Por su labor en el caso de Jack el Destripador, fue reputado principal rival del mutilador del East End londinense, y destacando sus dotes se señaló que: ”la posteridad lo elevó al sitial de figura romántica, algo así como el idealista que enfrentó al mal encarnado en la postura del malévolo asesino que persiguió, así como a las poderosas fuerzas ocultas que lo protegían”.
Y atento a otra descripción, “Frederick George Abberline era un hombre modesto, afable y honrado, tan fiable como los relojes que reparaba antes de ingresar en la Policía Metropolitana en 1863. Durante sus treinta años de servicio ganó ochenta menciones de honor y premios de jueces, de magistrados y del propio Jefe de la policía”.
Sin embargo, al respetado Inspector no le faltaron detractores. En tiempos recientes se llegó al extremo de barajarse la posibilidad que este hombre –en una suerte de desdoblamiento de su personalidad al estilo del Dr. Jekyll y Mr Hyde– no fuera otro sino el mísmísimo Jack el Destripador.

Sospechas sobre su persona

Las iniciales suspicacias que en obras literarias despertó el inspector Frederick George Abberline, datan del libro titulado Jack the Ripper: The final solution del autor Stephen Knight, y publicado en 1976. En ese ensayo no se postulaba al detective para ocupar el cargo de asesino de Whitechapel, pero por primera vez se echaban sombras sobre su persona, al estimarse que ofició de encubridor en aquellos homicidios. Peor aún: se sugería allí que cayó en la corrupción y aceptó ser sobornado a fin de mantener la boca cerrada, pese a haber “descubierto” que Jack the Ripper no era otro más que el eminente médico imperial Dr. William Withey Gull.
El citado libro sigue la línea de las teorías conspirativas, y en él se sugiere que las atroces fechorías de 1888 tuvieron por propósito eliminar ritualmente a prostitutas conjuradas contra la monarquía. Según se propone en esta versión, el jerarca policial no intergró el grupo de ejecutores materiales, pero sí asumió el rol de encubridor a cambio de prebendas. Una buena remuneración monetaria que Scotland Yard le brindó cuando el policía pasó a retiro, es visto por Stephen Knight como excesivamente cuantiosa. A partir de ese dato, arguye –muy arriesgadamente y sin pruebas concretas– que el auténtico motivo por el cual le concedieron aquel premio no fincó en recompensar sus largos años de servicio profesional, sino en comprar su silencio.
En la novela gráfica From Hell, con guión de Alan Moore y dibujos de Eddie Campbel, nuevamente Abberline es presentado como un afanoso detective que al principio actúa de buena fe y hace todo lo posible por resolver el sangriento enigma, pero que finalmente, por debilidad y miedo, permitirá ser sobornado y no denunciará al perpetrador ni a sus aristocráticos cómplices. Fue necesario aguardar hasta el año 2010 para que surgiese el pionero estudio donde el famoso pesquisa británico resultó nominado de ser el homicida serial del otoño de terror. Su postulación se debió al ensayo de la médico forense y grafóloga Mónica Laura Arra, sencillamente rotulado: “Jack el Destripador” (Ediciones Dos y Una, Buenos Aires, Argentina, primera edición año 2010). La autora allí efectúa el análisis grafológico del diario personal escrito por Abberline, y lo coteja con la caligrafía expuesta en misivas tradicionalmente atribuidas al asesino, como por ejemplo la encabezada “Querido Jefe” fechada 25 de septiembre de 1888, así como la postal conocida como “Jacky el Descarado”, y la célebre misiva “Desde el Infierno”. Apoya sus sospechas, además, en correspondencia no tan notoria, donde el emisor se jactaba de pertenecer a la policía y amenazaba a testigos de los crímenes con matarlos si seguían aportando información a las autoridades.
Una segunda acusación involucrando a Frederick Abberline estuvo a cargo de un autor español en su libro "Jack el Destripador: El asesino más inteligente de la historia" (obra maquetada e impresa por Litografía Santa Elena, Madrid, España, primera edición de julio 2011).
Según asegura el grafólogo José Luis Abad y Benítez en una entrevista sobre ese libro de reciente publicación, Jack el Destripador es el seudónimo del asesino en serie más conocido de la historia y bajo el que se ocultaba el inspector de Scotland Yard llamado Frederick George Abberline. El citado grafólogo analizó la letra de las memorias del inspector y del diario que se atribuye a un algodonero de la ciudad inglesa de Liverpool, pero que a juicio del autor de este libro es obra de Abberline. La firma de Abberline en sus memorias fue lo que llevó a José Luis Abad a la conclusión de que era Jack el Destripador, tras contrastarla con la letra del diario que se atribuye al algodonero de Liverpool, y en el que se cita en veinticuatro ocasiones el nombre del inspector de Scotland Yard. La motivación para cometer los crímenes, a juicio de José Luis Abad, era asesinar a su madre en el cuerpo de las prostitutas, pues indica que era hijo ilegítimo de un hombre de la realeza, y ya que efectivamente Abberline era ilegítimo, y que la reina Victoria I sabía quién era el padre biológico pero ignoraba que el inspector era Jack el Destripador.
En el libro de José Luis Abad se presentan 454 muestras entre indubitadas (auténticas) y dubitadas, aunque "en reserva" hay unas mil más para comprobar que el inspector de Scotland Yard Frederick George Abberline era Jack el Destripador, de acuerdo pretende este autor, y como motivación de los crímenes aduce –arriesgadamente- que el policía sabía que era “hijo ilegítimo y que su padre biológico pertenecía a la realeza”. También sugiere que su sospechoso estaba obsesionado por lograr el título nobiliario de “Sir”, y frustrado al no haber recibido nunca tal reconocimiento.
Empero, no queda claro por qué tales disquisiciones (aunque fueran ciertas, lo cual no está en absoluto acreditado) impulsarían al detective a convertirse en un sádico asesino de prostitutas. Abad muestra en ese libro 24 láminas en las que se disponen los 84 gestos tipo y escrituras características. Nótese que el inspector, que nació el 8 de enero de 1843, investigó todos los crímenes atribuidos a Jack el Destripador. El autor concluye su libro con la leyenda "La escritura no miente", del precursor de la grafología emocional objetiva, Rafael Schermann.



Esperamos que les haya resultado interesante la información n_n Muchas gracias por leer!!

Bye-bee!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario