Capítulo 2
- ¿Meiko?- Aquella joven, aparente de su misma edad, no se trataba de nada más ni nada menos que Haku Yowane.
Era igual de alta que Meiko, sin embargo era mucho más similar a Miku al tener el cabello igualmente de largo hasta los talones. Sus ojos era de un color rojizo, y sus cabellos de un asombroso plateado. Usaba un top gris, corbata violeta azulado, pantalón negro con unas cintas de aquel morado, un cinturón y unas líneas a los costados, también de ese color. Su cabello era sujeto por un moño de ambos colores, y tenía los mismos guantes con el diseño oscuro de Miku aunque reemplazando la línea por su color particular. En los pies revelaba unas botas cortas de color blanco medio grisáceo con suelas moradas, sin duda algo poco común.
- ¿Qué haces aquí Haku?
- Me informaron de la llegada de mi nuevo integrante.- Informó en toque de queda, ambas se sentían incómodas ante la situación.- Y… ¿Cómo está el resto?
- Bien… supongo, ya sabes que cuando nos dividieron me pusieron con Luka y Gakupo… Pero al menos te quedaste con Dell, y escuché Neru y Teto se unieron a tu grupo.- La joven sonrió ante la mención del nombre de aquel joven, pero luego se amargó frente a los otros dos nombres.
- Sí, ya que fueron las únicas que quedaron del suyo… el resto se graduó.- Explicó, aunque era evidente. Ambas volvieron a sumirse en el silencio.
- Ah si… también está Gumi-chan.- Recordó, era una de sus compañeras y solía ser la compañera de cuarto de Luka.
Era una joven de cabello verde, no mucho más largo que el de Meiko. Solía vestir una falda naranja con dobladillos de color amarillo y otro blanco, un chaleco de ambos colores o un top naranja, junto con una especie de muñequeras blancas y botas blancas que no llegaban ni hasta el inicio de sus rodillas de suelas verdes y bordes del mismo color…
- Si… estamos bien.- Respondió cortante, entonces las puertas se abrieron. La mandíbula de Meiko cayó abierta al contemplar al joven que estaba frente a ella.
Era de cabellos dorados idénticos a los de Rin, y ni hablar de sus ojos… como si fuera su reflejo. Sin embargo, tenía el cabello corto, con excepción de una parte de este que conservaba en forma de una colita corta apenas visible entre la maraña de sus cabellos. Usaba unos shorts negros con decoraciones en amarillo, y una cadena plateada le colgaba a un costado. Al igual que Rin usaba una camisa estilo marinero blanca, pero con negro en lugar de gris. Alrededor de su cuello colgaba una corbata amarilla, y en sus muñecas llevaba aquellas extrañas mangas sólo que eran mucho más cortas, y de color más oscuro que las de la rubia pero conservando las líneas amarillas. Finalmente llevaba el mismo calzado, con excepción de que una vez más reemplaza el gris por negro… Sin embargo, el parecido era sorprendente.
La mujer que lo acompañaba, quien usaba un simple vestido blanco y tacones de color dorado como su joyería miró a ambas jóvenes.
- Disculpen…- Carraspeó al ver que la castaña se había quedado aparentemente inmóvil, y que su compañera la miraba con curiosidad.
- Oh, si… Soy Haku Yowane.- Se presentó siendo la primera en entrar en acción.- ¿Él es Len Kagamine, verdad?- La mujer asintió mientras el chico desviaba la mirada, con un suspiro se dirigió al auto a buscar sus valijas del maletero.
- ¿Quién de ustedes es la representante de su grupo? Porque al final me enviaron dos cartas de admisión, y no estoy segura de cual es el nombre final…
- Con que ese es el problema…- Dijo Meiko entrando en razón, luego volvió a mirar a la mujer. No parecía tener mucho parecido con el joven, incluso… él parecía ser una miniatura del padre de Rin, incluso mucho más idéntico.- Me presento, soy Meiko Haigo.
- Ya veo, pero aún no me responden a mi pregunta…
- Pues definitivamente tuvo que ser un error de la computadora, pero seguramente debe ser un nuevo integrante del grupo “Roza”…
- ¡Claro que no!- Interrumpió Haku, ahora parecía molesta.- A mí me informaron que él era explícitamente el nuevo miembro del grupo “Jazmín”
La mujer las miró asombrada mientras ambas se dirigían mirada de confusión. Sin embargo Meiko mantuvo la calma, y con un suspiró llamó al director.
Él no tardó en llegar, y una vez analizada la situación explicó que la computadora había encontrado compatibilidad con ambos grupos.
- Pero eso pasa siempre… sin embargo siempre elije uno al final.- Protestó la joven de cabellos grisáceos.
- Pues lo siento, supongo que tendrá que explorar y ver por sí mismo con cual grupo debería integrarse… espero que ambas hagan que se sienta cómodo.- Y con eso se retiró. La mujer suspiró agotada, su hijo que había permanecido serio la miró preocupado.
- No te preocupes, estaré bien… tu ve y toma tu vuelo.- Dijo leyéndole sus pensamientos. Después de todo, de eso se trataba… la madre iría de viaje y necesitaba un lugar donde supiera que su hijo sería bien recibido.
- Bien, pero cualquier cosa no dudes en llamar.- Abrazó a su hijo con fuerza, y antes de marcharse tomó las tarjetas de ambos grupos, no sin antes recibir una pregunta de lo más extraña de parte de la castaña.
- ¿De casualidad él no tiene una gemela o hermana? O quizás… ¿Una prima de lo más similar?- La mujer negó confusa.
- No… la única persona a la que podría parecerse no la he visto en años, y dudo que sea estudiante aquí.- Anunció dando por sentado que él y Rin no podían ser familiares, a menos que ella mintiera claro.
Cuando finalmente el auto se alejó, ya habían traspasado el gran portón. Ambas amigas se miraron con preocupación mientras el joven caminaba con la cabeza gacha, no muy interesado de cuál acabaría siendo su grupo. Sus ojos mostraban simplemente el cansancio producido por su largo viaje hasta ese lugar, simplemente querría dormirse y olvidarse de todo por un día.
- Len... dime… ¿Ya decidiste que grupo te apetece ver primero?- Preguntó Haku inclinándose hacia él. Después de todo sabía que Meiko tenía una nueva miembro y ella estaba segura de que necesitaría buen material si pensaba vencer al grupo de Miku… Se lo había prometido cuando perdieron el año pasado, ganaría con o sin su amiga.
- Tengo una idea… quizás tocar te ayude a ver con que grupo te sientes más cómodo.- Supuso la castaña al ver la negación del muchacho.
Ella se retiró mientras Haku lo guiaba a la sala de música y llamaba a uno de sus miembros más habilidosos, ya que ambas traerían a alguien que supiera tocar y cantar. Después de todo no sabían de qué se trataba el talento de Len.
Meiko no tardó en volver, acompañada por un joven de aparentemente dieciocho años de cabello azul. Usaba una especie de bata blanca con decoraciones en azul y amarillo, y podía distinguir la playera azul que vestía por debajo de la bata. También vestía un pantalón color marrón con líneas amarillas a los costados, y zapatillas blancas con decoraciones de los mismos colores que los de su abrigo. Era sorprendente que usara aquello considerando la época, pero Len supuso que se trataba de una tela fina como la de la bufanda azul que rodeaba el cuello de aquel sujeto.
- Les presento a Kaito Shion… Voz masculina y buen bajista del grupo.- Indicó Meiko, el joven sonrió ante el halago.- Y… suele ser muy tonto.- Agregó dándole un codazo para borrarle la sonrisa.
- Te hubieras quedado con lo de buen bajista…- Sollozó apretando con fuerza su estómago, donde había recibido el golpe.
En pocos instantes una joven de cabellos rubios ingresó, usaba un vestuario similar al de Miku. La misma camisa gris sin mangas pero con bordes dorados, corbata también dorada y una falda negra con borde del mismo color metálico con un short negro debajo. En los pies calzaba un par de botas que le llegaban hasta las rodillas negras con suelas del mismo color que su cabello y sus muñecas revelaban las mismas mangas de Miku pero con decoraciones de su color. Su cabello estaba atado de forma de colita alta pero igual este le llegaba hasta los talones, y en su pierna tenía una especia de brazalete de oro. No se molestó en saludar, simplemente observaba con sus ojos dorados la pantalla de su móvil al tiempo que escribía un mensaje.
- ¿Neru-san que haces aquí?- Preguntó molesta, la joven despegó sus ojos del celular mirando a su supuesta líder con arrogancia.
- Dell-kun me dijo que no podía ayudarte con la guitarra eléctrica, vi que se llevaba un paquete de chupetines así que probablemente tardará un rato…- Informó con desinterés regresando a la pantalla. Haku apretó los dientes, Dell solía actuar de forma vacía y seria pero simplemente había cosas que no encajaban con su personalidad.
Tenía un estilo muy similar al de ella… Solía vestir pantalones negros, con una camisa gris y corbata morada como la cadena que colgaba de su bolsillo izquierdo. Sus cabellos y los de ella eran prácticamente del mismo color, y tenía el mismo tono grisáceo en su corta cabellera, la cual él peinaba del mismo modo que el rubio.
A pesar de haberse criado juntos, y compartir toda clase de gustos en la mayoría de las cosas, Dell tenía un implacable gusto por los dulces… lo que lo llevaba a pasar horas comiéndose paquetes de caramelos, especialmente si se trataba de chupetines.
Suspiró, no tenía más remedio que ofrecerle hacer algún dueto con Neru o quizás no necesitaba de otra voz, aún no sabía su talento. Antes de que pudiera decir algo notó que el joven se había acomodado frente al enorme y elegante piano de cola negro de la habitación, y Kaito ya había conectado su bajo.
Ambos comenzaron a tocar una canción que debieron haber acordado mientras ella estaba hablando con Neru. Los instrumentos sonaban bien en combinación, pero le hacía falta una voz. El joven de pelo azul pareció notar esto y empezó a cantar con su voz grave, y antes de que pudieran preguntar, Len se le unió. Ambas voces sin duda sonaban bien, y lograban unirse en una sola y perfecta melodía.
A Haku le sorprendió el parecido que tenía la voz del joven con la de la de quien amaba… Sin duda, era una versión un poco más aguda de la voz de Dell.
Una vez que finalizaron de tocar, estaba decidido. Ambas amigas se miraron con rivalidad… aquel chico tenía bastante talento, increíble considerando que tenía la misma capacidad que un alumno experimentado.
- Rápido, consigue a Dell y al resto si es necesario.- Ordenó Haku, y por primera vez Neru le fue completamente obediente. Cerrando su celular, abandonó la habitación de prisa, no sin antes guiñarle el ojo al rubio. Len se quedó mirándola confuso pero no dijo nada simplemente se preguntaba si ahora le faltaba practicar con el otro grupo o simplemente le darían a elegir…
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