Capítulo 4
- ¿Oyeron eso?- Preguntó Len mirando a los pájaros que pasaban por encima de ellos a toda prisa.
Ahora se encontraban en la heladería del lugar, la cual era un enorme edificio de paredes blancas y relucientes. El suelo era de baldosas blancas y negras, y sobre ellas había millares de mesas metálicas con sillas a sus alrededores. Una barra de helados se hallaba al fondo con un grupo de encargados, y más atrás una puerta que iba a quién sabe donde.
Len se había acomodado en una larga mesa metálica al exterior, junto a Kaito, Rin, Teto, Neru, Meiko y Haku, estas últimas recién llegadas. Cada uno degustaba de helados diferentes; Kaito se decidió por el más grande con mayor variedad de sabores desde frutales hasta granizados, Rin había seleccionado un palito de helado de agua sabor naranja, Teto uno que parecía la masa del pan, Neru había decidido imitar la selección de Len, y Meiko y Haku se habían decidido con uno sabor sidra o algo similar, realmente no importaba.
- Mmh… Banana splits, gran selección Len.- Alabó Neru lamiendo su helado, Teto soltó una risita y fue callada por una patada recibida por debajo de la mesa.
- Ahora que lo pienso, Rin… Len… ¿Ambos viven con sus dos padres?- Los dos negaron con la cabeza.
- Yo vivo con mi papá, fui creada a base de la imagen de su hermana menor que vive lejos y por alguna razón, nunca nos visita. Él dice que me parezco mucho a ella pero sin su mal carácter. Le pareció lindo crearme con ese aspecto que recordaba dulce de chico, aunque al final terminó volviéndose rebelde y alejándose...- Explicó, su expresión seguía tranquila mientras disfrutaba su helado.
- Lo lamento tanto, Rin-chan.- Dijo Neru, aunque no apartaba la mirada del rubio. Rin no se percató de aquello, y aceptó con sorpresa la amistosa actitud de Neru hacia ella.- ¿Y tú Len-kun?- Interrogó arrugando la frente, ya se imaginaba lo que se venía. Ambos hermanos, seguramente habían sido separados al nacer por adopción y no sabían nada de la existencia del otro, siendo engañados con puras mentiras.
- Pues, vivo con mi madre. Con lo que acabo de escuchar, pues empiezo a dudar de lo que me había explicado mi madre… Ella dijo que me creó, como sabrán de estos avances de la genética, y eligió un aspecto lo más parecido posible a un chico que quería mucho cuando niña, incluso me hace vestir como él…- Rió volviendo a su helado, por un instante su expresión se volvió triste pero enseguida se recuperó.- Viendo mi parecido con Kagamine-san, y los mismos apellidos, empiezo a preguntarme si habrá algo más…
- ¿Pero tu apellido es el de soltera de tu madre?- Inquirió Haku pensativa, el joven negó con su cabeza, luego apartó la vista de su helado y respondió.
- No, su apellido es otro pero como ya les he comentado, quería mucho a ese chico, y me puso ese apellido paterno… claro, llevo ambos apellidos.
- Ah… ¡Todo tiene sentido ahora!- Exclamó Kaito apoyando su helado, ya casi terminado. Todos lo miraron sorprendidos, en el caso de la pequeña rubia con admiración… Al parecer no sólo era atractivo sino muy listo.- Len y Rin… ¡Son clones alienígenas que vienen a dominar el planeta!- Meiko pateó su silla haciendo que este cayera al suelo.
- ¡No bromees con cosas como estas!- Le regañó fulminándole con la mirada.
- Lo siento, yo sólo quería animar un poco el ambiente…- Se explicó reincorporándose, y volviendo a su helado para comerlo en silencio.
- Estoy bien…- Dijo Len con voz tranquila, luego miró a la rubia que se sentaba a su lado. Su mirada era triste, y se mantenía silenciosa dejando que su helado se derritiera al sol.- ¿Estás bien Rin-san?
La joven levantó su cabeza sorprendida de que él recordara su nombre, pero claro, ya lo habían repetido varias veces durante la conversación… y él parecía lo bastante listo como para darse cuenta de ello.
- Si, es que… ya sabes… me cuesta digerir todo esto, y la verdad me siento muy confundida…- Admitió tratando de forzar una sonrisa sin éxito. Len posó su mano cuidadosamente sobre su hombro, y le sonrió de forma simpática.
- No te preocupes, ya se aclararán las cosas.- Sonrió de forma sincera, y ella logró devolverle la misma sonrisa sin esfuerzos. Neru que se sentaba frente a Len apretó su postre con fuerza haciendo que el pegajoso líquido se escurriera por sus manos.
- ¡Len-kun!- Llamó, el chico apartó su mirada, y mano, de la rubia para dirigirla a quien lo llamaba.
- ¿Qué ocurre Neru-san?
- Puedes llamarme Neru o Neru-chan, como gustes…- Dijo mirando a la rubia de reojo, haciendo que se sintiera intimidada, pero antes de que pudiera preguntar añadió.- Y te quería pedir si me podías alcanzar una servilleta.- Agregó recordando el estado de sus manos, el joven asintió y se alejó. Después de todo, él y Rin eran los que estaban más cerca del stand con servilletas de papel.
Ellos estaban localizados del lado largo de la mesa, con Meiko, Haku y Neru al frente, y Teto y Kaito en las puntas. Teto estaba entre Neru y Len, mientras que Kaito estaba entre Meiko y Rin.
Len no tardó en regresar con unas cuantas servilletas, ya que había calculado que más de uno las necesitaría en el futuro. Tras tomas asiento y dejar los delicados papeles en la mesa, volvió a su helado que se lo había estado sujetando Neru.
- Gracias Neru-chan.- Dijo tomándolo con una sonrisa, la joven no pudo evitar sonrojarse al oírle decir su nombre de esa manera.
- D-de nada… Gracias a ti por traerme las servilletas.- Contestó tomando un par torpemente, Kaito sonrió al notarlo.
- Parece que tenemos otro rompecorazones…- Sonrió orgulloso, pero entonces Meiko y Haku le miraron con cara de burla.
- ¿Además de quién?- Dijo la castaña.
- Porque no creemos que estés hablando de ti…- Agregó Haku, ambas chocaron los cinco sintiéndose como en los viejos tiempos.
- En fin, la verdad que este misterio ya no es tan misterioso… Sólo es cuestión de esperar a que puedan comunicarse con sus padres, lo que yo quiero saber es cual es el grupo que tomará Len-kun.- Comentó Teto lamiendo su helado, Neru asintió poniéndole ojitos al joven.
- ¿Len-kun…?- Llamó la rubia inclinándose ligeramente a la mesa, el chico inconscientemente retrocedió.
- Eto… no lo sé, honestamente ambos grupos me parecen geniales. Algo raros quizás, pero no están tan mal…- Admitió con sinceridad, Meiko le dedicó una sonrisa de agradecimiento por perdonar el comportamiento producido con anterioridad.
El joven se quedó meditando en silencio… Por un lado tenía el grupo de Neru, donde podría encajar con perfección ya que al parecer se llevaba muy bien con ella, y con su amiga Teto. Pero en el otro grupo estaba Kaito, que mostraba ser mucho más amistoso que su hermano, y obviamente que Dell. Además tenía que considerar que sería un chico con el que compartiría cuarto, la pregunta era con quien si ambos grupos tenían dos chicos… quizás los cuartos podían ser de a tres, o a uno de ellos le darían su propio espacio.
- Vamos Len-kun, no tienes que complacer a todo el mundo… ¿Alguna vez te detuviste a pensar en que es lo que tu quieres?
- A diferencia de alguien que conozco, que lo hace todo el tiempo…- Bromeó Meiko haciendo que Haku riera, al parecer sus helados las habían animado.
- Creo, y hablo por Len-chan cuando lo digo, que quizás sería mejor esperar hasta que se aclare el misterio…- Apuntó Kaito tratando de actuar de forma neutral. Una vez más Rin recobró su admiración y respeto hacia él, nunca debió dudar de que él era un joven maduro, sabio…- O al menos eso fue lo que murmuró Gakupo desde esos arbustos.- Agregó rompiendo una vez más la ilusión de la rubia.
Un samurai se reveló entonces apuntando con su sable al soplón, a pesar de sus intentos de parecer amenazante su cuerpo no paraba de temblar.
- Cierra la boca, si Luka pregunta… nunca me vieron.- Ordenó, guardó su espada y desapareció entre las malezas de arbustos y árboles del parque que estaba frente a la heladería.
- Dime Len-kun… ¿Qué harías si te toca compartir cuarto con un hombre armado? ¿Podrías dormir por las noches sin temer amanecer sin la cabeza?- Susurró Neru de forma que sólo él pudiera oírla, aunque claro, no se le escapó a Rin.- Tu linda… linda cabeza…- Agregó acariciándole los cabellos rubios, algo que molestó a la niña Kagamine.
- En mi opinión, Gakupo-kun parece ser una persona muy sabia… y dudo que su sable realmente tuviera filo… ¿Verdad Kaito-kun?- Preguntó en busca de apoyo, el joven asintió.
- Cierto, no lo había pensado…- Admitió al tiempo que se relamía la boca cubierta de helado. La joven suspiró mientras recibía otra mirada envenenada de parte de Neru, quien volvió a mirar con dulzura al rubio.
- ¿Y tú que vas a saber? Por lo que sé, llevas menos de un día aquí… y…- Teto tomó a su amiga del hombro para murmurarle algo al oído. Al mismo tiempo, Neru miraba la cara de ambos Kagamines y enrojecía.- Lo siento, Rin-chan.
La chica parpadeó varias veces ante esto, por un momento parecía que fuera a asesinarle y al otro era de lo más amistosa.
- Uh, de acuerdo…
- Después de todo es probable que seas la hermana de Len-kun… ¿Verdad?- La idea hizo que ambos reflejos se miraran con curiosidad.
- Supongo que eso explicaría el parecido pero… ¿Para qué mentirían?- Se preguntó el muchacho. Meiko lo miró fijamente, y luego a Rin. A simple vista eran idénticos, sin embargo presentaban ciertas diferencias casi imperceptibles, como que la cara de Rin era mucho más redonda que la de Len, y demás rasgos.
- Saben, ahora que lo recuerdo el padre de Rin-chan se parece mucho más a Len que a ella... Quizás ambos sean sus hijos.- Meditó.
- Piénsalo Meiko, las palabras de la madre de Len-san tendrían explicación pero sin embargo… ¿Para qué le diría a Rin-chan que él no es su padre?
- ¡Ah! ¡Dolor de cabeza!- Exclamó Teto recibiendo entonces todas las miradas de atención.
- ¿Cerebro congelado?- Insinuó Kaito con ansias de que la chica dijera que sí, y abandonara el postre, dándole así camino libre para comérselo él.
- No… ¡Es sólo que me parece muy confusa toda esta conversación!- Lloriqueó, Neru suspiró.
- Está bien… Puedes irte, además es hora de tu siesta.
- ¡Gracias Neru-nee!- Dijo con sus ojos aún lagrimosos. Abrazó a su amiga con fuerza y después de saludar se fue bostezando.
- ¡Ahora es mío!- Sonrió Kaito, al final había conseguido su objetivo y empezó a deleitarse con su extraño… pero delicioso sabor.
- Ah… ¿Dónde estaba? Ah, si… Haku tiene razón, en eso que dijo.- Entonces otra idea vino a la mente de la mujer de rojo.- ¿Rin-chan de casualidad traes una foto de tu tía contigo?
- ¿Uh? Ah… claro ¡Hai!- Revelando un móvil comenzó a teclear con velocidad hasta revelar una imagen de una joven similar a ella aunque más chica, y con ojos ligeramente menos intensos y cabello un poco más largo.- La tengo por si las dudas… ¿Es linda no?- Bromeó sabiendo que era como halagarse a sí misma.
- Sí, mucho… ¿Y dices que ella es tu tía?
- Más bien era.- Rió con dulzura, extrañando a todos.- Después de todo vive ignorándonos un largo tiempo…
- No parece molestarte mucho.- Apuntó Neru, la chica le respondió levantando sus hombros.
- Es que es la verdad… Además si no fuera así quizás nunca hubiera existido, y mi padre me dijo una vez que ni de esa forma sería tan feliz como lo es ahora conmigo.- Aclaró, al parecer ya había tenido una discusión de chica en la que se sentía mal por lo de su tía, y el padre la había consolado con esas mismas palabras.
En ese instante Len se puso de pie, disculpándose para irse a caminar un rato aunque prácticamente había salido corriendo, y claro, no faltó una Neru que saliera corriendo tras de él.
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