martes, 15 de noviembre de 2011

Instituto Vocaloid: Capítulo 7

Capítulo 7

“Era un lindo día. Meiko, Luka, Miku y Rin habían salido a comprar unas cosas y luego se habían detenido a tomar unos licuados.
- ¡Las películas románticas son geniales!- Repetía la joven de cabellos verdosos una y otra vez.
            - Son puras boberías…- Murmuró Luka sin apartar su mirada de una revista, la cual no parecía tener título ni portada.
- Dí lo que quieras… ¡Tu no sabes nada! ¿Verdad Rin-chan?
- ¿Eh? ¿Por qué me preguntas a mí?- Interrogó la rubia que hasta el momento lo único que había hecho era observar.
- Oh, vamos… No vas a decirme que no tienes a nadie especial…- Canturreo dándole unos codacitos en el brazo. Meiko y Luka suspiraron, ambas se encaminaron hacia una tienda donde un enorme vestido victoriano color rosa y rojo se asomaba en la vidriera.
            - ¿Especial? ¿Cómo quién?
            - Pues… hoy parecía que te estabas llevando realmente bien con Len, después de todo por eso estamos aquí…- De la nada aparecieron en la plaza, con unos atuendos más casuales.- Bueno, al menos hasta que llegó tu rival…
            -¿De qué hablas?
            - No me digas que no te diste cuenta…- Señaló a un lado de los árboles, Len y Neru estaban allí en una especie de picnic. Ambos, por alguna razón usaban trajes de épocas pasadas… Len un elegante traje amarillo con pañuelo blanco, y Neru un vestido amarillo con franjas negras… “Más bien disfraz de abeja” Pensó Rin sintiéndose molesta.
            - ¡Te vez muy linda Neru-chan!- La pareja volteó al notar que eran observados.- Buenas tardes, Miku-chan… Rin-san…- Saludó, ahora Rin y Miko también vestían aquellos vestidos. El de Rin era uno amarillo con decoraciones en negro y una roza, y el de Miku similar pero en verde. A pesar de que su aspecto era fantástico, Len sólo le dedicó una mueca de cordialidad, mientras que a Miku miraba con admiración y a Neru con un sonrojo en sus mejillas.
            - ¿Notaste que eres la única joven a la que llama –san?- Comentó su amiga, quien ahora se hamacaba a su lado en los juegos.
- P-pero eso es porque apenas y me conoce… y…
- ¿Acaso no es tu hermano después de todo?- Volvió a mirar en dirección al pinic privado, pero ya no había nada.- ¿Len?- Volvió a girarse pero todo había desaparecido, estaba sola.
- Es verdad… tú no puedes ser mi hija.- Dijo una voz paternal… Ella empezó a sentir que caía, como si la arrojaran a una caja… a la oscuridad, y la única salida se cerró frente a sus ojos junto con la única luz que quedaba.”
- ¿Rin estás bien?- Abrió sus ojos confusa, para su sorpresa se encontró con un rostro similar al suyo.
- ¿Len? ¿Len-kun?- Rápidamente miró a su alrededor, estaba en el living junto a Miku que miraba los créditos de la película en el suelo, mientras que ella estaba cómodamente acomodada en el sofá.- ¿Y Meiko-san? ¿Donde está Luka?
- Luka-san se fue a dormir a su cuarto cuando terminó la película, y Meiko-san está calentando algo para tomar.- Explicó con voz tranquila. La rubia lo miró desconsertada, luego notó un par de bolsos apoyados junto a la puerta de entrada.
- ¿Qué…?
- Él acaba de llegar, y ella pensó que le haría bien algo para calentarse.- Explicó Miku sin apartar la mirada del televisor, pensando que la chica preguntaba que hacía la castaña en la cocina a esas horas de la noche.
- Por cierto… ¿Te encuentras bien Rin-san?- Preguntó el joven, ella lo miró con ojos lagrimosos. Él estaba bastante arreglado, de camisa y pantalones de terciopelo… perfecto para salir y tener una…
- ¿Estabas en tu cita con Neru?- Eso despertó la atención de la joven de dos coletas, quien miró al rubio enrojecido y la joven enojada.
- No es algo de tu incumbencia…- Respondió apartando su mirada, con eso supo que era cierto.
- ¿Quién quiere chocolate caliente?- Canturreó Meiko al tiempo que repartía unas tazas y encendía la luz de la habitación.
- Muchas gracias.- Dijo Len tomando su taza, primero la sopló y luego bebió el primer sorbo.
- Oh… me olvidaba.- Ambas mayores miraron al rubio con una cálida sonrisa.- Puedes llamarme Miku-nee, Onee-chan o Miku-sensei…
- ¡Miku-chan!- Le retó Meiko, pero en seguida volvió a sonreír.- Puedes llamarme Meiko-nee o sólo Meiko… Si necesitas algo no dudes en avisarme, igual puedes contar con cualquiera de esta casa… excepto Kaito que sencillamente no sirve para nada…

XD ESCENA EXTRA XD
Nota: Su lectura no afectará el progreso de la historia, se recomienda no leer si es que le interesa terminar el capítulo.
En el cuarto de los chicos, tranquilo, silencio… y sobre todo oscuro. Nada podría quitar aquella tranquilidad, nada que no fuera…
- ¡Achu!- El samurai se cubrió con su almohadón justo a tiempo, evitando a sí cualquier cosa que podría escarpársele al joven de cabellos azules.
- Creo que pescaste un resfriado…
- Nah… Alguien debe estar hablando de mí. Seguro alguna fan desconsolada por mi ausencia…- Un almohadazo fue lo que recibió haciéndo que se cayera hacia atrás y que su cabeza chocara contra la pared.
- ¡Ya cállate!... y buenas noches. ^^
XD FINAL DE ESCENA EXTRA XD

- Muy bien, Miku-nee… Meiko-nee…- Asintió con una adorable sonrisa, ambas  empezaron a pellizcarle las mejillas y despeinarlo.
- Aw… es tan tierno….- La castaña apretaba las mejillas dejándolas rosadas, lo que hacía que quisiera volverlas a apretar ante tan dulce color.
- ¡Con razón tuvo una cita!- Rió Miku sin dejar de despeinarlo.- Es tan tierno…
- Oigan… Por favor… ¿Podrían…?- No había caso, sencillamente nadie podía detenerlas una vez que iniciaban.- Rin-san… ¿Podrías ayudarme por favor?- Ella le ignoró, tomó la caja del DVD mientras bebía otro sorbo de su chocolate.
Así que de ahí había sacado la idea de los vestidos… La caja tenía imágenes de los personajes, todos de la época victoriana y una breve narración.
- Bla bla… reino de la inhumanidad… Ah… hermanos separados al nacer… bla bla… sirviente que se enamora…- Todo su sueño era sólo producto de los diferentes diálogos de la película, y las pocas imágenes que había llegado a ver.- Vaya, esta historia podría ser mucho mejor si no le hubieran hecho tan mala adaptación…
- ¿Quién tuvo una cita? Si… tú…- Reía Miku mientras el chico enrojecía furiosamente, bueno, aún más.
- Pero… ¿No son muy chicos para este tipo de cosas?- Murmuraba Meiko sumida en sus pensamientos, aunque sin dejar de apretar la mejilla del joven.
            - ¿Qué película vieron?- Interrogó inclinándose hacia la rubia, y de paso deshaciéndose de las otras mayores. La joven no pudo evitar sonrojarse al tenerlo tan cerca, mientras leía la contratapa de la caja del DVD.
            - Una película hermosa…- Miku empezó a parlotear de forma rápida, sin siquiera parar para respirar. Contaba cada segundo de la película y con lujos de detalles, por suerte, Meiko logró callarla haciendo que se bebiera su chocolate.
            - Ah… eso lo explica todo.- Len se apartó y le dedicó una tierna sonrisa a Rin, quien parpadeó varias veces confusa.
            - Que raro… Pensé que ustedes dos estaban peleados.- Comentó Meiko mirando la tierna sonrisa del niño, y la confusión de su reflejo.
            - Oh… ¡Lo olvidé!- Admitió el joven riéndose con una mano detrás de la nuca.- Bueno, es tarde… Así que buenas noches.- Se despidió despeinando los cabellos rubios de la aún aturdida rubia, y luego dándoles un respetuoso saludo a las otras dos chicas.
            - ¿Qué le pasa?
            - Ah, quería darle sabor al chocolate así que le puse unas gotas de sidra…- Explicó la castaña inocentemente, justo a tiempo para que Rin escupiera en su taza.
            - ¡¿Qué hiciste qué?!
            - Eso no importa ahora.- Miku la tomó de la muñeca y se la llevó rápidamente a la pieza, cerrando la puerta tras de sí.- Ahora dime… ¿Cómo que Len-chan tuvo una cita con Neru-san?- Le preguntó soltando a la rubia, sin parar de saltar de la emoción. Pero entonces vio la seriedad de su amiga y se detuvo.- ¿Qué ocurre?
            - Nada…- Mintió, sus manos se dirigieron a su cabello inconcientemente. Al notarlo apartó sus manos rápidamente y sacudió su cabeza, aunque ya se estaba sonrojando.- Eto… Mejor vamos a dormir.
            - ¡Au! ¡Pero yo quería saber…!- Protestó, pero simplemente fue ignorada. Al final, ambas se durmieron… o al menos eso parecía.
            Después de aquella pequeña siesta, lo último que Rin quería era dormir. Se puso cuidadosamente de pie, evitando despertar a la joven que dormía en la litera superior, y abandonó la habitación.
            - ¿Len-kun?- Una luz estaba encendida en la cocina, se acercó cuidadosamente para encontrarse con el rubio que tomaba un baso con agua con cara mareada.- ¿Qué acaso nunca has tomado unos sorbos de sidra? ¿Acaso te cayó mal?
            - ¡¿Era sidra?! Con razón…- Lo observó cuidadosamente, él solía ser más listo que eso.
            - No es eso… ¿Verdad?- Consultó, él dejó de reírse para mirarla con seriedad. Una suave sonrisa se formó en su rostro, se acercó a la rubia para que estuvieran frente a frente.
            - Como habrás notado… hoy, yo… bueno… salí con Neru.- Empezó, ella asintió a la espera de que continuara.- Bueno, entonces fuimos a comer algo y…
Abrió bien grandes sus ojos, él seguramente había terminado por besar a Neru. Rin empezó a caminar hacia atrás, sin pensar en las cosas con las que podría tropezar.
            - Um… no tienes por qué contarme, no es de mi incumbencia…
            - ¡Cuidado!- Tomó su muñeca y la tiró hacia él, evitando que diera el último paso hacia el mueble de puerta de vidrio con seguramente las copas y los platos más finos.
            - Um…- No pudo evitar sonrojarse al tenerlo tan cerca de ella, pero de nuevo se apartó.- ¡No necesito que me cuides!
            - ¿Estás bien?- Cuestionó alarmado, ella suspiró. Era difícil tener cerca de aquel chico, no porque fuera desagradable, al contrario.
            - Si, es que… tu…- Enmudeció… ¿Qué se supone que iba a decirle? ¿Que le molestaba que él hubiera besado a una chica?
            - Ah… Ya sé.- Lo miró sorprendida, pero él empezó a reírse haciendo que se sintiera avergonzada.
            - Lo lamento… ¿Te diste cuenta de que te escuché hablar mientras dormías?
            - ¡¿Qué hiciste qué?!- Su rosa avergonzado se tornó un rojo de furia aculada.
            - Cálmate… no grites…- Pidió poniendo un dedo frente a sus labios.- Acaba de llegar y tú estabas diciendo algo desde el sillón… Pensé que me habías llamado y que me estabas hablando…
            - ¡Eres un…! ¿Uh?- Sus ojos se quedaron como dos puntitos mientras otra vez se producía un cambio de color en su rostro.- Ah… ¿Y-y qué te decía?- Se animó a preguntar, aunque por su sonrisa prefirió no haberlo hecho.
            - Pues primero me llamabas, y luego llamaste a tu papá…- Ilustró, rió algo avergonzado.- Tal vez no debería reírme, pero cuando leí de qué trataba la película entendía todo… y considerando lo ocurrido hoy.
            - Ah…- Fue lo único que se le ocurrió decir, ahora pudo relajarse un poco. Contempló al joven, ahora más tranquila, notó que se había cambiado y estaba con un short y musculosa blanca para dormir.
            - Por cierto, si no estabas enojada por lo de los sueños... ¿Entonces por qué era?- Examinó el muchacho. Ella miró al suelo, su sonrojo volvió una vez más.
            - Es que… en tu cita con Neru-san… tú y ella…- Una lágrima se le escapó del ojo derecho, no quería decirlo… ni siquiera pensarlo.
            - Comimos una pizza… ¿Qué tiene?- Interrumpió el joven, extendió su mano y con un dedo le corrió la lágrima. Rin levantó su cabeza con lentitud, una vez que lo miró de frente, un rojo intenso invadió su rostro.
            - ¡No me refiero a eso tonto! ¡Grandísimo tonto!- Empezó a gritar molesta, y se marchó a su habitación dando pisotones.
            - Nunca entenderé a las niñas…- Suspiró agotado.

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